Con cifras récords en los últimos años, en transferencia de carga y ganancias, hoy el mayor polo logístico del continente, se encuentra en un importante proceso de inflexión de cara a su privatización.

Salvo Colón, en Panamá, que -a nivel de transferencia de contenedores- disputa cada año el cetro del mayor puerto latinoamericano en rankings como el de Lloyd’s, no hay otro puerto tan grande como el Porto de Santos en la región. Claro que, si se considera el movimiento total de mercancías (sumando graneles y carga fraccionada), las cifras del gigante brasileño son sencillamente impresionantes: 147 millones de toneladas, en 2021, su récord absoluto.

Con una superficie de 7,8 millones de metros cuadrados, 53 terminales que intervienen en sus operaciones y 60 muelles de atraque, el mayor polo logístico de Brasil que administra la Autoridad Portuaria de Santos (SPA) será el escenario central del 30° Congreso Latinoamericano de Puertos de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias (AAPA) de este año.

Tal como en sus muelles atracan y se atienden anualmente centenares de naves (casi 5 mil en 2021, en estricto rigor), por los espacios y calles de la ciudad de Santos, en el estado de São Paulo, también «recalarán» cientos de visitantes cuando, entre el 28 y el 30 de noviembre próximos, se dé el vamos a la principal cita portuaria latinoamericana.

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Creado como tal en 1992, Santos hoy es el puerto más grande de América Latina, al conectarse -desde sus terminales- con rutas que llevan a más de 600 puertos en 125 países del mundo: casi todo el globo, a fin de cuentas, está conectado con él, desde Europa a Asia, pasando por otros terminales sudamericanos, africanos y oceánicos.

Cada año pasan millones de toneladas de carga por sus muelles y sitios. En rigor, todas las posibilidades y variedades de carga, desde fraccionada, contenedores, carga general y especial, de proyectos, roll-on roll-off, graneles secos, graneles líquidos, desde rubros industriales, de la construcción, alimentos y tecnología, entre otros, son atendidos por el gigante brasileño.

Los 147 millones de toneladas de carga que movilizaron sus terminales durante el último año, incluyeron azúcar, granos de café y jugo de naranja, siendo el mayor punto de exportaciones a nivel global de estos productos. Por otra parte, su intercambio comercial incluyó combustibles, soja, fertilizantes, afrecho, celulosa, repuestos, líquidos a granel y automóviles.

Ello sin contar su actividad turística, la recalada de cruceros internacionales, que también constituye una línea de negocios relevante para el puerto, y que hoy se encuentra en plena proyección en la recuperación de sus flujos previos a la pandemia que en temporadas como la 2011 llegó a cifras peak de 1,1 millones de pasajeros.

Pero, además, Santos constituye un polo integral orientado a atender los más diversos servicios involucrados en la cadena logística y del comercio exterior, desde servicios logísticos, almacenamiento de cargas, intermodalidad, astillero y reparación de naves, abastecimiento de combustibles, remolcadores y otros.

Los visitantes que lleguen al principal punto sudamericano de conexiones marítimas en noviembre próximo se encontrarán con un polo portuario que busca superar sus propios récords de transferencia y que además vive momentos de inflexión, en pleno periodo de privatización, iniciado en 2019 y que sigue en marcha.

De hecho, en mayo recién pasado, una delegación brasileña, encabezada por el Ministro de Infraestructura de Brasil, Marcelo Sampaio, y que además integraba el staff técnico de esta Secretaría de Estado, representantes del Programa de Asociaciones e Inversiones (PPI) y del Banco de Desarrollo de Brasil, protagonizó un roadshow en Nueva York, donde -por supuesto- el proceso de privatización de Santos fue la gran vedette.

El puerto sigue buscando posibles inversionistas para este salto hacia su modernización, y en esa línea grupos como la estadounidense EIG Global Energy Partners además del gigante multinacional de la logística con sede en Emiratos Árabes Unidos, DP World, se han reunido con las autoridades brasileñas a analizar las proyecciones de este proceso, que espera levantar hasta 3.100 millones de dólares en inversiones, encaminando a Santos a convertirse en uno de los polos portuarios más grandes de todo el Hemisferio Sur.

Por otra parte, el puerto busca igualar y mejorar sus peaks de transferencias logrados en 2021, y va bien encaminado. El primer trimestre de este año su movimiento de mercancías creció en 9,6% y llegó a 38,7 millones de toneladas, el mayor flujo en un periodo similar de los últimos años, con 27,7 millones en exportaciones y 10,9 millones en importaciones.

Con ello, en ese periodo Santos concentró casi un tercio del comercio exterior de su país (un 29,7%), el porcentaje más alto desde el primer trimestre de 2016.

Y no sólo eso, además las ganancias que recaudó SPA en el periodo llegaron a 26,5 millones de dólares, un crecimiento impresionante del 91%, con lo que se convirtió en el trimestre con el mejor resultado económico de toda su historia.

FUENTE: COMEX ONLINE