En Europa, en el 2021, reflejó un incremento récords en los hidrocarburos. El petróleo ha superado la barrera de los 80 euros y el Gas Natural alcanzó máximos históricos. En Estados Unidos hay un incremento en el precio del petróleo, del gas natural, la gasolina e incluso el carbón. Por otro lado, a causa de la crisis energética se reportan “apagones” en Asia, África y otros lugares del mundo.

El Ingeniero y consultor energético mundial, Daniel Gerold, habló sobre la crisis energética que vive Estados Unidos y Europa “Lo que sucede en Europa es una consecuencia económica de la pandemia, en donde la crisis financiera, que afectó a muchas empresas, estalló la demanda de energía y los precios” expresó Gerold.

Lo que pasa es que falta stock. Entonces frente a un pronóstico de un invierno muy frío en Europa, las empresas están intentando elevar ese almacenamiento para no tener una pérdida financiera monstruosa. Se dieron cuenta que tenían que abastecer ese stock frente a esta demanda. Sube el precio, y no sube el abastecimiento. Como no alcanza el gas, se vuelcan al carbón, y así el carbón también sube de precio afirmó Daniel Gerold

De acuerdo con un artículo de Nicolás Deza, la coyuntura de altos precios de la energía invita a pensar en la ventana de oportunidad que Argentina tiene para transformar a Vaca Muerta en un polo de producción y exportación de referencia mundial.

Para analizar esa oportunidad que se abre, TRAMA convocó a Daniel Gerold, presidente de G&G Energy Consultants; Luciano Caratori, consultor y exsubsecretario de Planeamiento Energético; y Carlos Gilardone, presidente de la consultora Field Development Consultants, para analizar qué tendría que hacer Argentina para aprovecharla.

Daniel Gerold, presidente de G&G Energy Consultants, considera que los mayores productores de petróleo están invirtiendo menos a pedido de sus accionistas y las entidades que financiaban la actividad petrolera se están reduciendo. «Hay un entorno de época que considera que invertir en petróleo y gas es negativo. Eso va a reducir la oferta y no creo que la demanda pueda ser reemplazada por otra fuente de energía en el corto plazo»

Luciano Caratori, consultor y exsubsecretario de Planeamiento Energético, expresó que «Estamos ante una época de muchísima incertidumbre, en la que todavía no se definió exactamente si superamos la crisis del coronavirus. A su vez, tenemos la cuestión de que pareciera que el ritmo de la transición en la oferta energética se descalzó del ritmo de la demanda. Eso fue lo que hizo que falten combustibles y disparó los precios»

Para Gilardone, la brecha entre la oferta y la demanda no podrá ser cubierta por la producción de Estados Unidos y de los países de la OPEP al menos en el corto plazo, por lo que ve un entorno de precios medios, de entre u$s 70 y u$s 80. Pero advierte que la pandemia aún no terminó y puede generar disrupciones. «Con el temor a una nueva cepa, el barril Brent cayó. Eso puede afectar la ventana, pero en lo estructural se da una situación de mayor demanda y menor producción», matiza.

Caratori ve potencial para la exportación de productos en base a hidrógeno azul, como combustibles sintéticos, amoníaco o acero bajo en emisiones, entre otros. Entiende que algunos de los principales mercados demandarán hidrógeno que sea netamente nulo o lo más bajo posible en términos de emisiones.

Los clientes van a querer un hidrógeno o derivado del hidrógeno que sea nulo o bajo en emisiones y que sea lo más barato posible, y estarán dispuestos a pagar un diferencial si es verde. En ese sentido, el hidrógeno azul cumple con esos tres atributos: es hidrógeno, con captura de carbono y es más barato“, explica Luciano Caratori.

La transición energética también perfila una nueva oportunidad para el gas natural a través de la producción de hidrógeno, un mercado que promete crecer mucho en las próximas décadas.

En el orden de prioridades, Gilardone considera que es necesario impulsar fuertemente la producción y exportación de petróleo, “¿El país necesita de divisas? Entonces transformémonos en un neto exportador de crudo“, dice.

Para lograrlo será necesario reforzar la infraestructura de transporte y de servicios petroleros. “Tenemos que ver si el sistema de Odelval es capaz de transportar más petróleo a Bahía Blanca, o si tenemos que volver a habilitar los oleoductos trasandinos con Chile”, señala.

El panorama para exportar gas tiene una complejidad mayor. Es necesario proyectar nueva infraestructura de transporte y desarrollar los mercados de exportación. “Hay que darle importancia primaria al petróleo, y mientras tanto tomar compromisos serios con los países vecinos a quienes podemos abastecer de gas, tanto Brasil como Chile. El gas de Bolivia se acabó. Demos vuelta los gasoductos y exportemos gas a los vecinos”, analiza Gilardone.

FUENTE: GLOBALPORTS