El nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Ceuta, Rafael Rodríguez, considera que sería «ideal» para el puerto de la ciudad autónoma la constitución de algún tipo de «pool estratégico» con los de Algeciras (Cádiz) y Gibraltar para que el de la localidad norteafricana pueda captar los tráficos que los ubicados al norte del Estrecho de Gibraltar no sean capaces de atender o les «sobren».

Según ha explicado Rodríguez en declaraciones a los medios, tanto el de Algeciras como el de Gibraltar son «puertos muy potentes a los que siempre les puede sobrar algo que Ceuta podría aprovechar».

La Autoridad Portuaria de Ceuta cerró el año pasado con 1,6 millones de euros en pérdidas y el objetivo de su nuevo presidente es «aumentar tráficos» tanto de pasajeros ordinarios como de turistas y mercancías. «Es muy difícil cambiar los sistemas de rutas de las navieras, pero vamos a intentar hacer más visible el puerto a nivel internacional», ha anunciado el ex director general de la Marina Mercante.

Una de las propuestas que Rodríguez ha planteado esta semana en la primera reunión del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria con él al frente es la creación de un registro especial de buques para la matriculación de embarcaciones de recreo, yates de lujo y buques pesqueros en Ceuta.

Rodríguez ha detallado que esta iniciativa sería «homologable a las existentes en distintos países miembros de la UE» y «podría traer un volumen importante de matriculaciones que, además de tributar los correspondientes derechos de matriculación, recalarían en la ciudad».

«Hay que pensar que en el registro especial de Gibraltar tiene más de 800 buques matriculados», ha comparado. Para el desarrollo de esta propuesta será necesario «contar con la Dirección General de la Marina Mercante» y «la implicación del Gobierno de España a través de la Secretaría General de Transportes del Ministerio de Fomento».

El nuevo presidente también ha asumido el plan trazado por su antecesor para construir una nueva Estación Marítima y se ha propuesto incorporar al puerto de Ceuta al mercado del gas natural como combustible de buques por tonelaje, contenedores a presión o gabarras antes de la entrada en vigor, en 2020, del nuevo límite mundial de contenido de azufre (0,5%) en los carburantes marítimos.

Unión Aduanera: el Gobierno autónomo recula
Por otra parte, el Gobierno de la ciudad autónoma, que preside Juan Vivas (PP), no planteará de momento una solicitud formal para entrar en la Unión Aduanera europea, como acordó hacer el pasado mes de enero con el Ejecutivo de Melilla, porque, según el portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea, Emilio Carreira, siguen existiendo «ciertos riesgos» que lo desaconsejan. «No vamos a poner en peligro lo que tenemos para no conseguir algo mejor», ha resumido.

«El tema no es empezar a caminar, sino no ser capaces de dar marcha atrás o perder algo más importante de lo que encontremos en un lugar intermedio del que no sepamos cómo salir», ha argumentado el también consejero de Turismo y Deportes durante el debate de una propuesta de la oposición para tramitar ya una petición de incorporación a la Unión Aduanera.

Los presidentes de Ceuta y Melilla anunciaron en enero que promoverían la integración de las dos ciudades «de manera conjunta y coordinada» supeditada a la conservación de su Régimen Económico y Fiscal (REF) especial y a la implementación de «un conjunto de medidas tributarias, arancelarias, de ayudas al transporte o de otra índole que supongan un estímulo suficiente y eficaz para abrir nuevos horizontes y oportunidades al desarrollo económico».

Ahora, sin embargo, el Gobierno de Ceuta aprecia que la situación en Europa no da garantías de éxito. «Vamos a seguir trabajando, pero Italia, Gran Bretaña o Alemania están como están, y tradicionalmente Francia y Marruecos siempre se han entendido bien… Yo no me fío más de Europa que de España, que nunca ha sucumbido sobre nuestra españolidad y nuestro estatus en la UE», ha advertido Carreira, que tampoco está convencido de que el Reino alauita vaya a aceptar la apertura de una aduana comercial en la frontera de la ciudad autónoma si lo negocia con Bruselas y no con Madrid.

Entre las «incertidumbres» que han hecho replegarse al Ejecutivo autonómico está un informe elaborado por la Sociedad de Desarrollo de Ceuta (Procesa) que alerta de que «nuestra falta de acervo comunitario, nuestra especial singularidad, nuestro reducido tamaño y nuestra escasa presencia en los lobbys europeos», así como la necesidad de contar con la opinión del país vecino, que hacen «dudar» a los técnicos de la conveniencia de pedir entrar en la Unión Aduanera.

En «el peor de los escenarios posibles», el único que contempla, el informe calcula que a nivel interno la ciudad autónoma sufriría «una retracción económica de 103 millones; una contracción del PIB del 6,2 por ciento y la pérdida de 1.400 empleos regulares».

Además avisa de que «podríamos poner a Marruecos en una situación excepcional» porque «el PIB de la región de Tánger-Tetuán caería un 3,5 por ciento, y, el de todo el país, un 0,25 por ciento». «Nuestras economías están interrelacionadas y las relaciones existentes no tienen solamente su explicación en el diferencial de IVA y aranceles, sino también en razones de empleo y, sobre todo, de necesidad de cubrir una demanda cada vez mayor de artículos básicos en un país en pleno desarrollo», remarca.

En 2011, la Comisión Mixta Congreso-Senado para la UE concluyó que era «aconsejable» que Ceuta y Melilla pidiesen su integración frente al «generalizado desmantelamiento arancelario del entorno», pero «siempre que se mantengan y actualicen el resto de peculiaridades fiscales y que no perjudique el mantenimiento de actividades amparadas en la condición de territorio franco».

Fuente: eleconomista.es