La draga Amerigo Vespucci trabaja entre los kilómetros 130 y 135 del río Uruguay y continuará aguas arriba de Fray Bentos hasta los puertos de Paysandú y del argentino Concepción del Uruguay. Las tareas “facilitarán el transporte fluvial en buques de ultramar, duplicará la capacidad de carga y abaratará los costos en fletes”, destacó el titular de la comisión administradora del curso fluvial, Gastón Silbermann. El dragado de Nueva Palmira, entre la desembocadura en el Río de la Plata y el kilómetro 97, en Fray Bentos, ya está finalizado y faltan sólo detalles de validación y comunicación por parte del Servicio de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología de la Armada (Sohma)”, indicó Silbermann, representante uruguayo en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU).

 

Ahora la embarcación Amerigo Vespucci, del grupo belga Jan De Nul, se encuentra trabajando en el canal del Burro, ubicado entre los kilómetros 130 a 135, al norte de Fray Bentos, confirmó.

 

Silbermann explicó que la validación es un procedimiento por el cual luego de realizado el dragado de un paso, se toman y comparan las mediciones de la profundidad pre y post dragado y éstas permiten calcular los metros cúbicos de sedimentos extraídos.

 

“Al norte de Fray Bentos ya se han dragado los pasos Abrigo, Ñanydubaizal y Tres Cruces”, relató Silbermann, quien señaló, además, que “los trabajos continúan a buen ritmo y sin dificultades y que se mantiene la fecha de finalización de las tareas en el mes de octubre”.

 

El proyecto encomendado a la CARU por los estados parte, Uruguay y Argentina, comprende el dragado de apertura, su mantenimiento y el balizamiento del río entre el kilómetro 0 y 187,1, a 23 pies (7.01 metros) de navegación (25 pies de profundidad), e incluye el canal de acceso al puerto de Concepción del Uruguay y el canal Casa Blanca entre los kilómetros 187,1 y 206,8, puerto de Paysandú, a 17 pies (5,18 metros) de navegación (19 pies de profundidad).

 

Silbermann recordó que el dragado de apertura de este último paso, ubicado en las proximidades de la localidad sanducera del mismo nombre, finalizó en febrero de 2017 y sustituyó al paso Almirón, cuya navegación resultaba dificultosa por la frecuente sedimentación.

 

Los trabajos “permitirán lograr el transporte fluvial en buques de ultramar, de productos que salen y llegan de la zona de influencia, duplicando la capacidad de carga y abaratando los costos en fletes, algo que se verá reflejado en toda la cadena de valor”. De esta forma, el río Uruguay se convertirá en “una verdadera hidrovía, navegada comercialmente”, analizó.

 

“El contrato con Juan De Nul implica cuatro años de trabajos, el primero de ellos dedicado a la profundización de la vía navegable, y los tres subsiguientes al mantenimiento de la profundidad lograda”, recordó.

Fuente: presidencia.gub.uy